ISABELA YUSTI
UN DÍA LLUVIOSO
ME ENCONTRABA ASUSTADA,
CUANDO DE PRONTO
ESCUCHE UN LADRIDO.
SONABA COMO EL CHILLIDO,
DE UN PEQUEÑO CACHORRO,
QUE ESTABA SOLO Y CON FRIO,
ERA BLANCO Y NEGRO.
AL PARECER TENÍA
UNA PATA ROTA.
ERA MUY TIERNO,
ERA MUY DULCE.
APENAS LO ALCÉ,
SE SINTIÓ CÓMODO,
ME MIRO CON ESOS OJITOS...
ASÍ QUE ME LO LLEVÉ.
AL PARECER TENÍA
UNA PATA ROTA.
ERA MUY TIERNO,
ERA MUY DULCE.
APENAS LO ALCÉ,
SE SINTIÓ CÓMODO,
ME MIRO CON ESOS OJITOS...
ASÍ QUE ME LO LLEVÉ.
Y DESDE ESE DÍA,
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